31/12/23

Pausada pasión.


Delicada y llena de calidez. En muchas ocasiones parece que algún cuadro de Manet tome vida y se reencarne, congelando y, al mismo tiempo, haciendo discurrir una narración visualmente impecable.

El director Tran Anh Hung elabora con ternura una gran reconciliación con el auténtico sentido de los alimentos, desplegando respeto y amor hacia la materia prima, mayormente orgánica, que son. Y lo hace sobrevolando el pasado de aquellos como naturaleza y condición de seres vivos que nos conviven; visitando con mimo su presente entre agua, hielo, cobre y fuego; exponiendo el futuro de los mismos en complejas composiciones coloristas de total equilibrio geométrico.

La metafórica luz otoñal que atraviesa el huerto, la porqueriza, las vacas y los prados, los fogones de negro hierro y las flores, se filtra entre livianas cortinas, iluminando una historia de cariño, admiración y -luego- amor, dibujada con trazos lentos y pausados, similar a la buena cocina. Algunas pocas pero intensas pinceladas de azules y grises testimonian y asumen,  con entereza, naturalidad y tristeza lógicas, los momentos grises y azules que también la vida nos deja.

9/4/23

Sal

Descalzo y zarco
ansío salir corriendo
mientras abril, nauseabundo,
de asfalto se desangra.

Corro hasta las salinas para romper su orilla.

Los dedos se alargan, se contrae la cintura,
se estiran, se tensa, compactan;
sumerjo, una y otra vez,
la piel tiznada de incoloros cardenales,
rasgando mis ya intoxicadas yemas.

Azul silueta de oxidados anzuelos;
perfilo una S, otra S, y doce más...
en silbidos, en susurros, casi en silencio;
finitas: sssssssssssssss...

20/8/22

Frío

Llegará, 
con sedas de humedad para limarnos
el viscoso bochorno ya reseco de nuestras sienes; 
fatiga y esperanza

Montaña.

"La montaña explora hasta muy profundo, ya no sólo en nuestros subconscientes de individuo y pueblo, sino también en nuestros saberes, artesanías y quereres. Nos cuestiona y nos intriga, desde una posición matriarcal, en cualquier punto de esta canica que destiñe azul. Incluso muchas veces nos ejecuta, sin esperar siquiera la parte del león, el sacrificio que le teníamos apartado. Bendecida sin rito propio, tantas veces mancillada en falsa apariencia e indiferencia. Gigante con pies de plomo y diminutas pulgas de hueso y barro asidas a su piel, espera, suspira y tiembla...aguarda. Montaña: La."

26/2/22

De Locuras, utopías y metaversos.

Brillante, orgulloso, casi titánico en su desafío ("ni siquiera Dios -no el titubeante de la actualidad, por supuesto, sino ni siquiera el poderoso de otros tiempos encantados- podría hundirlo"), el metaverso golpea, knock knock knock, a las puertas de nuestras mentes. Con qué errónea e infantilizada hermeneútica podemos estar interpretando esos golpes: knock KnOck KNOCK... Golpes y utopía (orgullosa y en minúsculas) ligadas por cadenas de silicio y dorado hierro. La Utopía de Tomás M. (imposible y en mayúsculas) comienza a parecerse a la simple tranquilidad, al silencio, al reposo, a la luminosa oscuridad que percibimos al cerrar los ojos en un día de playa: a la paz. Ya sabíamos que Utopía no está en los mapas ni en los relojes de arena (y, a día de hoy, mucho menos en los de agua, que ya casi ni existe -en singular-). Así pues, Utopía estaría más allá de toda intuición kantiana.
También esta Locura presente se alimenta de falsas y vetustas utopías, vomitando golpes y más golpes. Esta Locura no entiende de geografía, ni de historia, ni mucho menos de humanidades. No hay Locura de izquierdas o de derechas, toda ella es una: monista en toda su crudeza, y no tendríamos que buscarle ni matices ni aristas. Pudimos, todos nosotros, haber pecado de cierta locura (tímida y en minúsculas, lejana de aquella otra), al confiar en que nos íbamos acercando a algo mejor, o al menos que nos alejábamos de algo peor. El metaverso, brillos y más brillos que mientras sonreímos la mente nos golpean, KNOCK KNOCK KNOCK, parecía confirmárnoslo. ¿Dónde está el -otro- espejismo? En el hecho de que es imposible apuntalar tal confianza en lo que respira una vida: carecemos de tiempo para una buena perspectiva. Y ahí es donde se cocina el engaño, para beneficio de unos pocos.
En las altas esferas la Locura vuelve a amordazar y atar a David H., y el planeta corre el riesgo de volver a caer en alguna de las posibles y variadas pesadillas dogmáticas. No será el metaverso quién nos despierte de ninguna de ellas, y mucho menos a golpes de falsa purpurina impactando con presunta delicadeza sobre sangre real.

18/1/22

SITEVI 2021: el escaparate absoluto

Durante la semana anterior al evento estuve recibiendo, por parte de la empresa encargada del mismo, un sinfín de llamadas cargadas de ayuda y sugerencias para sacarle el máximo partido. Nada  de correos mails, mensajes de texto o voces enlatadas al otro lado del teléfono: nada de eso. Una amable dama, un amable caballero…un ser humano de viva voz, vaya. Se palpaba que todos teníamos ganas, y muchas, de reencontrarnos para conversar, preguntar, mostrar e intercambiar ideas. La ocasión la pintaban calva entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre: acontecía en Montpellier el salón internacional del equipamiento y el savoir-faire para la producción vitivinícola, oleícola y de frutas y verduras, más conocido como SITEVI. Sin llegar a las cifras oficiales de afluencia de antes de la pandemia, he de decir que la falta de costumbre a la aglomeración de los últimos tiempos consiguió distorsionar mi percepción llevándola hasta un erróneo sobredimensionado. Después conocería la oficial disminución del 15% de expositores y del 12% de visitantes. No me parece exagerado, dadas las medidas de pasaporte sanitario (bien estricto en Francia) y el permanente y justificado respeto al virus. Hay que subrayar que el uso de la mascarilla y las otras medidas de protección recomendadas fue seguido por la gran mayoría de los asistentes.
Elaboradores y productores, estudiantes, industriales, investigadores, empresarios enfocados en diferentes servicios…todo tipo de agente relacionado con el sector fluía por entre los pasillos de cada hangar, desbordando definitivamente en los patios exteriores. Allí, un conjunto disperso de food trucks de diverso pelaje y condición ofrecía todo tipo de platos, bocadillos y tentempiés para recuperar energía y proseguir en la acumulación de charlas y kilómetros. Para un valenciano siempre es divertido y sorprendente observar el amplio abanico de “paellas” que se reúne en estos acontecimientos.
En este tipo de salones, en general, y en SITEVI en particular, es donde la tecnología ejerce de celestina y, mediante expositores, charlas, reuniones, talleres y citas, logra matrimoniar a la ciencia con viña y bodega, con manzanos, olivar y molinos, con copa, botella, aceitera y frutero, Aquí puede percibirse el auténtico Zeitgeist del sector: ese espíritu del momento en el que las necesidades pasadas se adivinan en los productos e ideas ofrecidos, mientras que para las presentes y futuras comienzan a cristalizar soluciones varias. El salón en algunos momentos puede parecer un zoco, pero no todo es pretensión de venta: también es un ágora donde la palabra se impone y hace manar el diálogo. Las demostraciones de materiales varios generan desde el corro que las rodea una multitud de miradas y comentarios, donde muchas veces es difícil poder distinguir la opinión del conocimiento.
Desde mi perspectiva, destacaría la cantidad de propuestas que añaden el descriptivo de precisión al término viticultura. El control y gestión de los procesos como fermentaciones o maceraciones también se ha informatizado de manera exponencial, con multitud de ofertas inteligentes que permiten un seguimiento a distancia. La óptica, la robotización y lo satelital está a la orden del día. Se focaliza también en la imprescindible seguridad de todo procedimiento, así como en la reducción de tiempos de proceso, lavado y limpieza. El sistema de desmontado rápido de los drenajes en las prensas de Bucher Vaslin o la opción Livio Rapid de Vignetinox en viñedo pueden ser un ejemplo de ello. Aunque creo que todavía con timidez, lo ecológico comienza a asomar. Buena prueba podría ser la tecnología de desherbado eléctrico de New Holland o la gama de corchos Nomacorc Blue Line a partir de plástico reciclado que Vinventions presenta. Constato mucha ánfora en arcilla o gres, lo que refleja la tendencia actual del momento. Si quieren una prueba de ella, echen un ojo en su vinoteca favorita y hablen con la persona encargada. Eso sí, la madera, en forma de barrica, depósito o diminutos chips, nunca se marchó, ocupando grandes y vistosos espacios del salón. Ya hace un tiempo que llegaron para quedarse los depósitos con forma ovalada en diversos materiales, como los de Oef de Beaune, lo que no impide nuevas antiguas propuestas, como la de Famille Paetzold y su Wineglobe: una especie de damajuana revisitada y mejorada.
En cuanto a las conferencias y talleres ofrecidos, todas fueron de gran calidad. Yo me centré esta vez en estos últimos, tanto en aquellos sobre el sector vitivinícola como en el oleícola. A destacar, entre los enológicos, las degustaciones que pude disfrutar sobre la búsqueda de una nueva variedad tinta (Gaminot) o la interesante charla y posterior cata sobre vinos elaborados sin sulfitos. La exposición titulada “Tour de Francia de los Crémants” nos hizo redescubrir este tipo de espumosos. Asimismo, me produjo un inmenso gozo encontrar y catar, en la charla sobre variedades adaptadas al cambio climático, un vino de nuestra querida Verdejo, acompañando otros vinos a partir de las uvas griegas Assyrtiko y Agiorgítiko o la siciliana Nero d’Avola. Pudimos comprobar las tendencias actuales en el mercado internacional de los vinos rosados, degustando varios elaborados con distintas variedades y que procedían de tan diferentes lugares como Cigales, la Provenza francesa, Australia, Italia o incluso Bulgaria. Del taller sobre vinos desalcoholizados remarcaría la interesante charla, mientras que la cata me hizo ver que todavía queda mucho trabajo por hacer en este campo. En lo concerniente a los coloquios sobre aceites de oliva, me quedo con el que nos presentó, de manera teórica y práctica, las diferencias entre los aceites elaborados con olivas maduras y aquellos producidas con olivas maduradas: créanme si les digo que fue un placer para los sentidos.
La guinda a este SITEVI 2021, en el plano personal, la puso el sorpresivo y alegre encuentro con nuestro querido Diego Fernández Pons, de quien sobra cualquier tipo de presentación. Su penúltima y genial inquietud toma el nombre de Wine Luthier. No les desvelo nada: si no han oído hablar sobre este proyecto ya hecho realidad, les sugiero que busquen información acerca del mismo. A mí me parece un estupendo y sólido argumento para seguir invirtiendo en investigación y desarrollo. Ya me contarán qué les parece.

18/5/21

Serbal Malbec 2019, Bodega Atamisque, Tupungato-Valle de Uco, Mendoza, Argentina.

De atractivo rubí intenso, regala aromas de fruta negra, especiado y un toque mentolado. En boca presenta una correcta acidez y toques un tanino discreto, con notas de fruta roja, de pimienta y un agradable punto herbáceo. Puede acompañar bien unas croquetas de morcilla o unas lentejas con chorizo y jamón. 


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