29/11/15

Saturday Night Wine: La Rectorie Côté Mer 2013

Un año más, un año menos, como decía la canción de Vetusta Morla. Es tiempo de celebrar con amigos este lindo año, y nos inventamos la fiesta del Riskosour, entremezclando las bondades del auténtico pisco peruano (bendito diablo de los Andes) con los dados, las estrategias, la persecución del ejército amarillo o la conquista de la mítica Kamchatka. Entre medias, auténtica paella valenciana modo guerrilla (cierren los ojos los puristas: en sartén ancha y sin "bachoqueta", pero con garrofón) y unos cuantos vinos. Entre ellos, La Rectorie Côté de Mer 2013.

Vino procedente de la fronteriza zona de Collioure (en concreto, Banyuls-sur-Mer), se elabora a partir de uvas de Grenache, Cournoise, Carignan y Syrah. De bonito color rubí brillante, aparecen notas intensas de fruta roja en nariz. En boca destaca la acidez, que le dan frescura, y surgen toques de grafito y minerales que acompañan a la grosella roja. Aunque descansa 12 meses en barrica, la influencia de esta es muy leve, respetando el aspecto varietal sin apenas interferencias aromáticas. El tanino se presenta vivo pero sin agresividad, y su grado alcohólico no consigue robarle nada de su fineza y elegancia. 

Aconsejaría este vino acompañando un buen pescado con cierto contenido graso, como por ejemplo, un emperador que, a la parrilla, sostendrá perfectamente este  tinto sin ser devorado por él.

27/11/15

El Relato del 27: Bella Ciao

Con el paso firme y la mirada fija en lo que quedaba del campanario. Ningún gesto, ningún movimiento superfluo. Así cruzó la enlutada figura frente a él. Pausadamente, cogió su sombrero y lo alzó apenas unos centímetros:

-Buenos días, señorita. Un hermoso día, ¿no es cierto?
Martina no se detuvo, ni siquiera redujo el paso.

-¿Desde cuándo no son rojas las flores en esta ciudad?- insistió él.
Aquellos pies descalzos quedaron clavados. Estática durante unos segundos interminables, Martina acabó por girarse, la mirada más altiva si cabe. Fijándola en los ojos del hombre, escupió al polvo de un camino repleto de hormigas que, de manera marcial, desfilaban en tiempos de guerra. Mantuvo su mirada, volvió a escupir sobre uno de los minúsculos batallones y, sin decir una sola palabra, siguió su camino.

-Zorra orgullosa...algún día será mía- pensó sin dejar de mirar la oscura cadencia de Martina alejándose. 

-No deberías haber hecho eso. Al menos, no dos veces- le recriminó el padre Guillermo. A pesar de la cobarde ambigüedad pontificia, el clérigo quedaba fuera de cualquier sospecha de colaboracionismo. Martina, finalmente, bajó los ojos. Sabía que el padre tenía razón. Desde que Italia entró en liza, aquel hombre había sabido ganarse a los alemanes. Primero fueron pequeños favores; detalles nada comprometedores para un país que, si bien pertenecía al Eje, siempre mostró recelo frente a la arrogancia del Reich: unas imposibles botellas de barolo, cestos de queso, la inocente traducción de documentos oficiales...Les siguieron los relatos de la historia de cada familia, la entrega de algún cotizado chisme o la de ajados mapas geológicos del valle. La única voz que protestó fue la del maestro Mangiaterra, quien pareció suicidarse en la laguna a las pocas semanas. Después comenzaron a desaparecer libros de familia de la parroquia, albaranes e instrumental de la clínica. Fue cuando empezaron sus paseos nocturnos y abandonó su pequeño local de cerrajería.

A partir de entonces, murmullos privados: era el único en Borgonero que tenía para fumar, el único con todos los dientes (dos de auténtico oro aparecieron en su boca el mismo último día que se vio a Gennaro Fumagalli), el único con agua de colonia y puños blancos. Muchas fueron las madrugadas que Zappa se lo encontró en mangas de camisa, oliendo a cognac del caro y con pálidas mujeres de indudable origen y ocupación.

-Padre...tengo miedo. Mucho- susurró Martina, apretando con fuerza la mano del anciano. 
Sophia Loren en "La ciociara" de Vittorio De Sica, (1960)


21/11/15

Saturday Night Wine: Coeur de Roche 2010

Con la intención de devolver vida a los muebles de la abuela de mamá, Chic & Bohème es una especie de cueva de Alí Babá en Montpellier con ciertas reminiscencias hipsters. Encontraremos grandes muebles antiguos, pequeños objetos kitsch, postales de los años 80, de los 70 y también mucho mucho más antiguas. Sillas de barbero (quiero pensar que de barbero...), delicados cacharros de cocina que tentarían a entrar un ejército de patosos elefantes, algo de polvo, hermosas cartas navideñas, bolsas de papel rellenas de anónimas sorpresas, óxido con encanto, jaulas vetustas para pájaros melancólicos, lindas joyas de rústico metal, ...todo se ordena en exquisita amalgama, junto a botellas de excelente vino, quesos refinados, mermeladas de pura fresa y otras delicatessen. Y todo ello envuelve a una tercera función: la de, por lo que cuentan, magnífico restaurante.

Siendo más que un lugar físico, acudo a esta atmósfera con un amigo, quedando ausente un tercero por fatiga semanal. Se ha organizado una cata con vinos del Château Moulin Caresse, cuyos propietarios, parece ser, son familia de los responsables del coqueto local. Situada en la Appellation d'Origine Controlée Montravel, perteneciente a la zona de Bergerac, Bodega familiar que, desde el siglo XVIII viene elaborando vinos de calidad. 

Catamos dos blancos, tres tintos y un dulce ligero. De entre todos ellos, destaca el Coeur de Roche 2010, el vino emblema y de alta gama de esta bodega. Aunque les sugiero no perderse tampoco un blanco de, principalmente, Sauvignon gris, del que surgen unas increíbles fragancias mentoladas.

A partir de uva de Cabernet franc, Cabernet sauvignon, Malbec y Merlot fermentada directamente en barricas, cuyo espíritu envuelve sus exquisitos aromas a fruta, se trata de un vino con mucha capa, de color granate con ribetes (¡todavía!) violáceos. Intenso en nariz, desarrolla aromas de regaliz y trufa. Su ataque en boca es equilibrado, con una no excesiva (ni tampoco extrañada) acidez y mucha carnosidad. En el paladar se liberan, junto a las anteriormente mencionadas, notas de tabaco, fruta negra y sotobosque. Perdura largo tiempo en boca, y, cuando se va apagando, te pide dar otro profundo y pausado trago a la copa.

Su presentación es fina, con una sencilla pero estilosa etiqueta. No es necesario más en estos casos. Lo degustamos con una amplia variedad de quesos franceses, pan tostado y charcutería. Un vino de esos que invitan muchas veces a ser degustados sin nada más que copa y amigos, pero que acompañaría perfectamente un buen ternasco aragonés, crujiente por fuera y tierno en su interior. Por supuesto, siempre en buena compañía. Gracias Etienne por esta propuesta de cata.





14/11/15

Sadturday Night: que la luz nunca pueda ser apagada

En el día tras la barbarie sólo quedan vasos rotos, de filos acolmillados y ponzoña desbordante. Mi amigo Jairo lo describe en cuatro palabras: el mundo se autodestruye. Y todos, quizás, hemos contribuido a ello de alguna manera u otra. Aunque nos cueste reconocerlo.

7/11/15

Saturday Wine Night: Initiale 2012

He de reconocer que en un principio no fui muy amigo de los vinos Bio, que siempre me parecían ásperos, antipáticos o mal elaborados. Así que, poco a poco, dejé que cayeran en el olvido, convirtiéndose en especie extinta en todos mis botelleros y en no pocos de los de mis amigos. Pudiera ser que con el paso de los años, las técnicas hayan ido mejorando y los elaboradores cogiendo mano. O tal vez, simplemente, errara en mis valoraciones.

Este vino, elaborado con uvas de Syrah, Grenache, Carignan y Mourvèdre, me trajo la fe que nunca tuve en los Bio. Llega desde la Appellation d´Origine Contrôlée Saint-Chinian, en concreto del Domaine des Jougla. Opaco, de color rojo rubí, es muy intenso en nariz, con aromas golosos de grosella negra y confitura de arándanos, pero también a tabaco. Con una buena acidez y un tanino marcado pero suave, entra en boca aterciopelado, manteniendo los aspectos aromáticos y añadiendo evidentes notas a cuero. Complejo. En boca es medio-largo, quedando un ligero y agradable amargor final. 

Sería aconsejable no servirlo a más de 18 ºC, y podría acompañar muy bien a un muy murciano pastel de carne (los de la Pastelería Espinosa son soberbios). Sólo les diré que, a falta de dicha delicia gastronómica por razones de distancia, ya he encargado otra caja de seis botellas de este Initiale 2012.