9/4/23

Sal

Descalzo y zarco
ansío salir corriendo
mientras abril, nauseabundo,
de asfalto se desangra.

Corro hasta las salinas para romper su orilla.

Los dedos se alargan, se contrae la cintura,
se estiran, se tensa, compactan;
sumerjo, una y otra vez,
la piel tiznada de incoloros cardenales,
rasgando mis ya intoxicadas yemas.

Azul silueta de oxidados anzuelos;
perfilo una S, otra S, y doce más...
en silbidos, en susurros, casi en silencio;
finitas: sssssssssssssss...

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